No se llega a los cincuenta años sin ser curioso.
La propia serigrafía no habría nacido sin la curiosidad, ni estaría donde está hoy.
La curiosidad es una fuente inagotable de crecimiento, es el motor mismo de la experiencia y la madre de toda evolución.
La curiosidad de SAC Serigrafia se alimenta de la investigación, pero también y sobre todo de compartir y contaminar.
Es un enfoque que recompensa.
Fomentar el intercambio de información e ideas en todos los niveles de la empresa permite que aflore el potencial del individuo en beneficio de todos, permite ver los procesos en su complejidad y desde múltiples puntos de vista, facilitando el descubrimiento de innovaciones y la coordinación de mejoras.
Querer conocer mejor al cliente, sentir curiosidad por saber si su experiencia con SAC Serigrafia es satisfactoria en todo momento, ayuda a reducir la distancia y a hacernos sentir que sus necesidades son las nuestras.
Mirar hacia fuera, hacia los que innovan, hacia los que hacen las mismas cosas que nosotros de manera diferente y hacia los que hacen otras cosas de la misma manera, nos impulsa no sólo a querer mejorar, sino que sobre todo nos da una prueba más del valor que genera compartir y del potencial de las redes como amplificadores de competencia para las empresas individuales.
La curiosidad, sin embargo, no es una ciencia exacta.
Cada nuevo dato o descubrimiento debe probarse. De forma continua y constante. Por nuestra parte, en los próximos cincuenta años, como en los anteriores, queremos seguir siendo una empresa abierta, “experimental”, con los oídos abiertos a lo nuevo y la mirada puesta en las ideas.
Y también en los próximos cincuenta años, la curiosidad será nuestro emblema.
