¿Qué es un logotipo? Esta es la pregunta genérica de la que partimos para destacar la importancia de este elemento que va mucho más allá de la simple combinación de elementos gráficos.
Empecemos diciendo que el logotipo es uno de los elementos más importantes que identifican a una marca.
El logotipo (abreviatura de logotipo, del griego logos que significa “palabra” y typos que significa “letra”) se define como “la apariencia gráfica de la marca o nombre de la empresa” y, como tal, debe ser lo más representativo posible de la empresa. El logotipo es el signo gráfico de una marca (compuesto por palabras y tipos de letra específicos). La marca es el conjunto de elementos visuales y textuales que identifican el código comunicativo de la marca y están compuestos por pictogramas y el logotipo (logo).
Un logotipo, por tanto, simboliza una empresa, una marca, un producto, un servicio o una organización y resume sus valores, filosofía, historia e ideas. Cuenta con inmediatez la carta de identidad de lo que representa y lo hace con el lenguaje universal de las formas, los colores y los símbolos. El logotipo representa el valor central de la Identidad de Marca y es un elemento fundamental de los aspectos comunicativos de una empresa, precisamente porque resume su alma y su impronta genética. Es el carácter distintivo respecto a la competencia.
A su vez, el logotipo se ve reforzado por la imagen de marca, que comprende elementos visuales, emocionales y asociaciones mentales. Juntos resultan fundamentales para desarrollar y mantenerla lealtad y credibilidad del cliente. Para el cliente, reconocer un logotipo significa identificar una marca (fuerte) y esperar que se cumplan las promesas inherentes a la marca y, en consecuencia, confiar en la empresa.
Comprar un determinado producto o servicio con un logotipo concreto significa comprar la marca que ese logotipo representa.
El estrecho vínculo entre la marca y el logotipo significa que las operaciones que realzan el logotipo tienen un efecto positivo en la percepción y el conocimiento de la marca, lo que generalmente se corresponde con una alta propensión a comprar la marca por parte del consumidor. Lo mismo ocurre, pero negativamente, en el caso de las operaciones que degradan o menosprecian el logotipo o la marca.
